Título
1.1. La revolución tecnológica. Una oportunidad única para mejorar la vida de las personas.
El mundo está cambiando. Lo veo cada día.
La revolución tecnológica que estamos viviendo – la más acelerada de la historia – está generando transformaciones que afectan no solo a nuestras vidas, sino también al futuro de la humanidad; no solo cambian la economía, la política, la sociedad y la vida diaria, sino incluso las que parecían constantes fundamentales de la especie humana: sus capacidades físicas y mentales, su longevidad y su posición como especie dominante en nuestro mundo, cuestionada por la coexistencia y, eventualmente, la fusión con máquinas cada vez más inteligentes.
Estamos claramente ante un cambio de era; una nueva era que denominan la < era de la perplejidad >.
Y no lo digo yo. Lo dice Francisco González (expresidente de BBVA) que junto, con otros autores como Jannis kallinikos o Robin Mansell de la London School of Economics han elaborado unos artículos muy interesantes, que te invito a ver en la página web de openmind.
La característica fundamental de esta nueva “era” es que no se disponen de guías ni recetas con los que poder afrontar estos nuevos cambios.
El impacto que el cambio tecnológico y la globalización está teniendo sobre el crecimiento y el empleo, las nuevas formas de relacionarnos u organizarnos fruto de esta revolución digital o el incremento en la disponibilidad de la información y los cambios computacionales que ésta lleva consigo, son sólo algunos datos que están haciendo que las personas sientan temor a la hora de afrontar un futuro especialmente incierto.
1.2. Futuro y oportunidades.
Detrás de los temores siempre hay oportunidades.
El big data, es decir, la explotación de los datos para convertirlos en un conocimiento práctico que ayude a resolver problemas concretos de las personas; o la inteligencia artificial que habrá detrás del “internet de las cosas” y que hará que éstas puedan comunicarse entre sí, son sólo un par de ejemplos.
Estamos pasando de un modelo organizativo vertical con una red de distribución jerárquica a un modelo organizativo horizontal en el que las personas se relacionan entre sí de “igual a igual”. Lo que realmente importa es el “valor” que generan éstas. Cada persona tendrá su propia marca. Esto supone un cambio paradigmático sin precedentes.
La posibilidad de estar todos conectados a un gigantesco “cerebro online” supone una oportunidad maravillosa de poder atender mejor las necesidades de las personas. Se creará más riqueza y se mejorará su distribución.
Seguimos teniendo 700 millones de personas en condiciones de pobreza extrema.
Hay que cambiar el mundo.
1.3. Tu muleta para enfrentar el cambio. Mi propósito.
¿Y qué hacer para reducir la incertidumbre de un futuro incierto? ¿Qué hacer para aprovechar todas las oportunidades que están por venir?
Aquí tienes la respuesta: “moviliza todo tu ser, todo lo que tú eres para conseguir un fin, un propósito que dé sentido a tu vida y a la de los demás”.
Tienes que descubrir tu vocación y yo quiero ayudarte a hacerlo.
Por eso estoy escribiendo este artículo.
Para tener algo de luz sobre ella reflexiona sobre:
- Lo que haces muy bien.
- Qué te apasiona
- Si esto te permitirá ganarte la vida.
- Si ayuda a los demás.
Y cuando des con ello, ponte en marcha y compártelo hasta la extenuación.
No te preocupes. Iremos desgranando todos estos aspectos a lo largo del viaje que te propongo en este site.
Todo va rápido, todo es urgente, todo es para ya. Y cuando uno va rápido, la vida es invadida por lo intrascendente. No hay tiempo para lo importante. Y todos sabemos que es lo importante en nuestras vidas ¿verdad?.
Tenemos que desarrollar la bondad. No podemos mantenernos insensibles ante la injusticia; A veces, es insoportable el silencio de las personas buenas ¿no crees?; No debemos perder nunca la esperanza. Incorporar la amabilidad y alegría en nuestro día a día debería formar parte de nuestro ADN.
No tenemos que hacer cosas extraordinariamente complejas. Lo que tenemos que hacer es extraordinariamente bien las cosas sencillas.
Tenemos que ser líderes. Y los líderes influyen, inspiran, transmiten, contagian, ilusionan y motivan a otras personas para hacer el bien. Seamos los Quijotes de esta generación para dejar a nuestros hijos un mundo mejor.
Este es nuestro reto: Cambiar la sociedad para que se mida por la calidad humana de las personas que lo forman. No por el PIB.
1.4. El emprendedor como motor del cambio.
Las empresas, por supuesto, están insertas en este nuevo entorno, Un entorno que está cambiando también de forma muy rápida, condicionado por:
La disrupción tecnológica, ya comentada.
Unos clientes cada vez más informados, más exigentes y que demandan respuesta más rápidas.
Y una competencia cada vez más amplia en todos los sectores.
En este entorno, el reto clave para cualquier empresa es acelerar los procesos de su estrategia. Y AGILE es el mejor marco de trabajo para conseguir este desafío.
¿Y por qué Agile? Porque es una metodología que ayuda a:
- Realizar entregables de mayor calidad porque incorporan el feedback de los clientes.
- Reducir el tiempo de respuesta gracias a ciclos de producción más cortos.
- Impulsar la productividad asignando los recursos (siempre escasos) a proyectos o tareas de mayor valor.
- Tener equipos más comprometidos dando mucha más visibilidad a su trabajo y promueve la responsabilidad de las personas y su desarrollo profesional.
Las organizaciones habitualmente se caracterizan por estructuras jerárquicas basadas en funciones que generan silos, con procesos fragmentados y con dedicación a muchas actividades al mismo tiempo debido a la falta de priorización. Para resolver estas problemáticas se tiene que avanzar hacia una nueva forma de trabajar que venga apalancada en una nueva estructura organizativa “agile” y que garantice:
- Contar con equipos que tengan autonomía para organizarse y capacidad de ejecución para gestionar de “principio a fin” los proyectos o procesos que estén bajo su responsabilidad.
- Conseguir que estos equipos sean más eficaces al realizar sus entregas con más calidad y agilidad.
- La capacidad para asignar a estos equipos a los proyectos más prioritarios a través de una mayor liquidez del talento.
Quiero ayudarte a conseguir esto.
¿Me acompañas en mi viaje?